jueves, marzo 03, 2011

¿Miedo a qué?

Nunca les ha pasado ¿Qué ven cometer una injusticia ya sea contra ustedes o alguien más y tienen unas enormes ganas de hacer algo pero a la hora de la hora sienten miedo o deciden mejor dejar pasar ese mal momento y olvidarlo?. Debo confesar que me ha pasado a menudo. Cuando a sido en contra mía decido dejarlo pasar y cuando es a alguien más me armo de “ovarios” pero por alguna razón me da miedo, el corazón me empieza a palpitar rápido, mis manos empiezan a temblar y tartamudeo cuando quiero decir algo y finalmente retrocedo.

La cuestión es la siguiente:

Eran como las 10:00 A.M. y acababa de terminar mi rutina en el gimnasio y fui a comprar un café antes de ir a hacer unos mandados al centro. Una vez compré lo que iba a ser mi desayuno, un cubilete y un café, decidí ir a sentarme a una de las bancas del parque y disfrutarlo. En eso veo a un grupo de extranjeros haciendo sus respectivas compras con las vendedoras del parque.

Mientras observaba como regateaban, además de pagar precios altísimos, vi a un chico vendedor de pulseras que esperaba pacientemente a que sus otros compañeros vendedores de flautas, collares, bufandas y otras artesanías terminaran de vender sus productos para que después el pudiera ofrecer sus pulseras de Q5.00. Mientras el grupo de extranjeros seguían comprando y el chico seguía esperando una agente de la policía municipal lo sorprendió por detrás y abusivamente le arrebató las pulseras. En ese mismo instante todos los vendedores desaparecieron dejando a los gringos medio desconcertados.

A mí me chocó un poco la manera en la que la agente arrebató la mercancía del chico pero después pensé: Al fin de cuentas las ventas en el parque están prohibidas. Sin embargo yo no podía dejar de ver a los agentes con una mirada desafiante porque seguía pensando que esa no era la forma de decomisar el producto del chico vendedor

Los extranjeros seguían en el parque y la agente que iba acompañada de otro compañero seguían vigilando que nadie más se acercara a vender. Solo vi que el chico hablaba con los agentes y le preguntaba que hacer para recuperar su mercadería. Yo a lo lejos podía oír lo que hablaban. Solo oí cuando la agente le dijo al chico:

- Si queres que te devuelva tus pulseras, te da lo mismo darme a mi los Q25.00 o ir a pagarlos allá arriba. (Mientras señalaba con el dedo índice el segundo nivel del palacio municipal donde se encuentra el juzgado de asuntos municipales).

El chico empezó a caminar hacia el palacio y los agentes siguieron haciendo su trabajo. En eso me entraron esas ganas de hacer algo y pensé ir a decirles a los agentes en su cara lo que pensaba de su abuso de autoridad y que hay otra forma de hacer las cosas. Y fue ahí cuando el corazón se me aceleró, las manos empezaron a temblarme y no sabia bien que era lo que les iba a decir. Los agentes pasaron en frente mío y… huequeé!

Seguí tomando mi café “tranquilamente” mientras pensaba en el chico. Siempre al final de estás situaciones me siento mal con cargo de conciencia.

Justo pensaba esto cuando decidí ir a buscar al chico. Todavía no sabía bien que iba a hacer. Caminé hacia el palacio y lo encontré. Sentando en la acera llorando desconsoladamente. Le pregunté:

- ¿Qué te dijeron de tus pulseras?

- Que tengo que pagar Q300.00 para que me las devuelvan.

Todo lo que había pasado no tenia sentido. La agente que le quería cobrar Q.25.00 y en el juzgado le dice que debe pagar Q.300.00?!!

Entonces decidí ayudar al chico y fui yo misma a hablar con el juzgado. Un señor que se hace nombrar “Edwin” pero que al final no quiso darme su apellido.

Pedí hablar con él. Me dijeron que esperara unos 10 minutos y que solo una persona podía entrar a la oficina. Entonces le dije al chico que mientras yo esperaba, que regresara al parque y le fuera a preguntar a la agente que le había arrebatado sus pulseras como se llamaba. El regresó al poco tiempo y me dijo:

- Dice que las pulsera ya se las dieron al supervisor de turno

- ¿Pero le preguntaste cómo se llamaba?

- Si, pero no me dijo…

El chico se sentó nuevamente a esperarme afuera. En eso me pidieron pasar a la oficina del juzgado. Decidí que iba a ser lo más educada posible y no iba hacer uso de palabras soeces que normalmente digo cuando estoy enojada. Entré a la oficina y empecé:

- Le voy a hacer una pregunta un tanto obvia: ¿Están permitidas las ventas en el parque central?

- No

- Ok. Entiendo que no se debe vender en el parque. (Y lo conté lo sucedido) Me pareció un abuso de autoridad la forma en que la agente le arrebató las pulseras. Hay forma de hacer las cosas. (Mientras él escribía en un “papelito”, que no parecía nada oficial, lo que yo le iba diciendo)

- Ok y ¿Que más?

- Si van aplicar justicia en contra de una persona, aplicarlo por igual a todos. De ser así entonces vayan ahorita mismo a desalojar el parque de ventas. Ahora bien… ¿Está permitido que los agentes cobren multas para devolver mercancía?

- No

- Pues le cuento… (Y le conté lo de los Q25.00 a lo cual él no tuvo ninguna reacción, no comentó ni respondió nada y mucho menos preguntó que agente había sido…)

Terminando de decir esto estaba yo cuando un señor dentro de la misma oficina detrás de su escritorio me dice en un tono prepotente:

- Vaya a quejarse allá abajo mejor. Allá hay un talonario donde puede escribir su queja!

No les voy a mentir. A todo esto el corazón me seguía palpitando aceleradamente, las manos me temblaban… y a ese punto la sangre me empezó a hervir. Pero trataba de hablar lo más claramente posible y creo que lo hice bastante bien. Me voltee a verlo con cara de ¿Y Ud. Quién es? Y le dije.

- Si pero las quejas nunca pasan!!

Solo volteó la mirada y adivinen ¿Qué me dijo? No me dijo absolutamente nada!!!

Entonces el señor Edwin me pidió que llamara al chico dueño de la mercancía. Yo lo llamé y Edwin le pregunta:

- ¿Vos sos el dueño de las pulseras?

- Si

- ¿Y ella qué es: tu hermana, tu prima, tu mamá…? (señalándome a mi)

El chico titubeo un poco antes de responder.

- Ella… es mi amiga.


En ese momento el chico me robó una sonrisa. Y realmente no entiendo que relevancia tenía ¿Cómo me relacionaba yo con el chico?.

El señor Edwin nos explicó que debía ir a la sede de la Policía Municipal y poner un informe de decomiso para que al siguiente día el juzgado decidiera como proceder y así recoger la mercadería.

Fuimos a la sede que se encuentra atrás del mercado municipal. Caminando hacia la policía, el chico y yo, hablamos un poco. Su nombre es Marco Antonio Herrera Ordoñez, tiene 14 años y es originario de Quiche, donde vive con su mamá. Vino a Antigua hace aproximadamente nueve meses para ver que tal la venta de pulseras y era la primera vez que le quitaban su “venta”.

El es un poco tímido y lo único que me preguntó fue:

- ¿Y Ud. Es de aquí de Antigua?

Llegamos a la sede y ahí estaban las pulseras. La señorita encargada las conto y apuntó todo en el informe de decomiso. Nos dijo que mañana de 8:00 A.M. en adelante teníamos que llegar para que el juez decidiera. Salimos de la sede y le expliqué a Marco Antonio que era lo que estábamos haciendo y lo que había que hacer mañana.

- Le vamos a explicar lo que sucedió y CÓMO sucedió.

Le dije.

Quedamos de juntarnos mañana en la mañana el parque para ir juntos al juzgado. Yo le di mi número de celular y el me dio el número de su cuñada. Cuando nos despedimos quería abrazarlo pero el tampoco sabia que hacer entonces nos dimos la mano y nos dijimos: -Adios!

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Al final me sentí muy bien y todo el tiempo tuve miedo y la verdad no se miedo a ¿Qué?. Pero me sentí muy bien de poder ayudarlo a comunicar su frustración y enojo y el me lo agradeció. Le deje claro que no le prometía recuperar sus pulseras sin pagar multa pero que íbamos a hacer todo lo posible.

Hasta ahora no se que le voy a decir al juez. Bueno, claro que le voy a contar como sucedió todo.

Pero después caminando de regreso a mi casa me cuestionaba. Bueno, estoy ayudando a Marco Antonio porque lo que le pasó fue en parte injusto, pero él también estaba actuando ilegalmente porque al fin de cuentas las ventas en el parque están prohibidas. Si mañana logramos recuperar su mercancía… ¿Qué le voy a decir? Quiero enseñarle algo a Marco Antonio pero no sé como ni que!!. ¿Qué le voy a enseñar?, ¿Qué voy a hacer? ¿Qué le voy a decir?!!

- Ya no vendas pulseras en el parque…??? :s

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Si pudieran ayudarme a resolver este pequeño detalle para el día de mañana se los agradecería porque realmente no tengo la menor idea. Definitivamente mañana lo acompaño pero al final me gustaría que aprenda algo de todo esto.

La verdad me siento muy orgullosa de haber hecho lo que hice. Es la primera vez que actuo en vez de dejar pasar las cosas para luego olvidarlas. Para mi es muy fácil alzar la voz y hacerme oír cuando estoy con más gente, en masa. Pero esta es la primera vez que lo hago estando sola.

Espero que no sea la última sino la primera de muchas. Por algún lado se inicia ¿no?.

3 comentarios:

Jeffree Carvajal dijo...

Quizás sería de indicarle que existe un lugar para todo, que es su decisión hacer la venta en el parque y eso conlleva a un riesgo. Si lograra recuperar su mercancía sin pagar, sería una única vez... pero que siempre hay una consecuencia de su decisión. Es parte de la vida, arriesgarse, a veces se gana (no siendo multado) otras veces se pierde... Pero que las acciones en contra de las normas, ó ilegales, finalmente tienen consecuencias. Empieza con un niño, y es un granito de arena, de educar ciudadanamente, no con violencia sino enseñando que la vida tiene decisiones y por consiguiente consecuencias buenas y malas. Esa es mi opinión :)

PD: Eres un agente de cambio, eres líder, y ya te vas dando cuenta :)

Anónimo dijo...

es bien dificil porque como vos decis, tambien el chavito estaba cometiendo un acto ilegal. mi pregutna es... hay señalizacion adecuada en el parque diciendo que se prohiben las ventas en el parque? y hay alguna alternativa para quienes no sepan leer? el acceso al parque central tiene unicamente cuatro entradas (las cuatro calles de acceso al parque) podrias preguntar por que no hay agentes indicando que no se puede vender en el parque. obviamente no hay modo de saber si el chico sabia o no sabia si era prohibido o no la venta en el parque. pregunta tambien si se le multa de una vez o si ya tenia antecedentes, hacete todo ese tipo de preguntas y hacelas tambien manana. otra cosa, el miedo siempre va a estar presente, de hecho existe para nuestra propia supervivencia. pero enfrentarlo tambien esta bien. sabes que te admiro un chingo.bto

Las Enredadas dijo...

que ondas Lou pues me imagino como te sentiste muchos sentimientos a la vez impotencia, desconsuelo, pero ovarios para levantar la voz... realmente esta situacion se repite a diario en el parque, en el mercado; en donde corretean a las pobres vendedoras con sus canastos y niños a tuto...para quitarles sus ventas otra nueva modalidad es que ahora ni la gente que comunmente vendian en las carretias mangos y en general frutas les estan decomisando! recien ayer vi cuando le estaban montando su carreta a un señor... senti exactamente lo mismo lamentablemente como siempre y no es excusa por mi indiferencia pero andaba en las carreras y solo vergonzosamente me dedique a observar de pasadita; lo que yo te puedo decir es que si bien estan violando una "ley" estas personas, no tienen otras opciones... aca en Antigua falta mucha organizacion y garantia para poder trabajar con una autorizacion y quien tiene acceso a conocer sus derechos es escuchado y por supuesto quien tiene pisto... hay que sentar presendentes lo cual significa no seguirnos haciendo las bestias!!`poner el dedo en la llaga y sobre todo que toda esta bola de inutiles que estan tras los escritorios sepan que hay gente u organizaciones que les tienen la mirada en la nuca...podemos hacer una peticion de ley de trabajo informal y que expliquen que si en area publica no es autorizada la venta ambulante entonces cual es el area de trabajo para los vendedores informales? yo me uno a esta causa y por supuesto si necesitas que te acompañe mandame un mensajito temprano yo hago mi tiempo para esta causa...
Saludos y gracias por tu no indiferencia!

Para la indiferencia muchas excusas; para la no indiferencia y participacion muchas razones!!!
Abrazos.
Alejandra Hernandez